Existen varias teorías sobre los inicios del
Diseño Gráfico, pero una de ellas se remiten a la antiguedad conjuntamente con
el ser humano primitivo, y la forma de plasmar sus ideas en las cuevas con pinturas,
símbolos, signos, formas, que lo conducían a comunicarse, también en a base a
gestos y señales. También el diseño tiene su punto de partida como un área
individual, puesto que anteriormente se lo asimilaba como una rama del arte, ya
que los diseñadores de aquellas épocas eran reconocidos evidentemente como
artistas. En el siglo XVI con el
desarrollo de nuevos tipos, la composición, ilustraciones es donde también se
descubre al diseño gráfico como una herramienta formidable para el desarrollo
de la comunicación humana en base a la transferencia de información y sugestión
de productos.
Con el
paso del tiempo, la forma en que los griegos utilizaban las constelaciones fue
cambiando. Los dibujos empezaron por describir relatos de héroes y animales
legendarios. Después, se convirtieron en herramientas de navegantes y base de
calendarios.[1]
Es así que el diseño nace mediante la
necesidad de comunicarse y al mismo tiempo con la expansión de cada elemento
gráfico que el lenguaje generaba, se necesitaba un sistema el cual pueda
organizarlo de manera apropiada. Todo este sistema partía de una idea, de cómo
funciona la mente del individuo para crear una forma de comunicación que lo
haga entenderse con sus semejantes, asociando, creando ideas que lleven a otras
ideas, a otras invenciones, que en muchos casos de la historia revolucionaron
el mundo.
[1] Costa,
Joan, (2008), La forma de las ideas, Cómo piensa la mente, estrategias de la
imaginación creativa, Barcelona, Costa Punto Com Editor, Pág. 95
No hay comentarios:
Publicar un comentario